Antes de renovar tu baño, tienes que pensar en qué lo quieres transformar. El estilo que escojas más tu color favorito puede conjugar muy bien si sabes cómo combinar. Define qué es lo que quieres transmitir en tu baño, elige el color y luego atrévete a realizar un gran cambio.
Blanco: para los que eligen la gama de tonos blancos y no quieren moverse de ahí, el secreto está en las texturas y materiales que se escojan. Por ejemplo como pasa en los baños de mármol, donde los clásicos nunca fallan y el color blanco es el único protagonista. Superficies blancas, toques de madera y piedras naturales como decoración, pueden ser una forma muy bonita de combinar este color favorito de muchos.
Toques de color: un término medio. La elección perfecta para quienes optan por seguir con tonos neutros, pero quieren intimidar con un mínimo toque de color. Toques de colores fuertes un poco más brillantes o cálidos, que denoten una clara personalidad en el baño. Lo que debes tener claro es si darás el toque de color en detalles en las paredes o en los objetos que incorporarás.
Tonos pasteles: un estilo romántico e ideal para quienes gustan de los tonos pasteles en las paredes, los estampados a rayas o floreados. Los detalles elegantes rescatados del pasado también son importantes, como espejos, lavamanos y grifería dorada.
Tonos intensos: si el estilo más industrial o rústico es lo que va contigo, una mezcla de materiales fuertes como el cemento con otros más naturales como la madera o la cuerda, acompañados de paredes con tonos más intensos y oscuros, darán como resultado un baño muy personal, acogedor y llamativo.
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